La cara de México en Panamá

A pesar de haber renunciado a los puestos académicos de las universidades a las que pertenecía antes de que se le pudiera confrontar con las sanciones correspondientes, la acumulación de dichas denuncias le han llevado a formar parte de los nombres más conocidos del movimiento #MeToo Académicos de México. Por lo mismo, incluso con su resignación, el ITAM ha llevado a cabo los procesos de investigación en los que confirmaron el contenido de las declaraciones de las víctimas.
Aún así, AMLO ha ignorado una vez más los antecedentes de un presunto acosador, como lo hizo en un inicio con Félix Salgado Macedonio, para designar a Pedro Salmerón como un representante de México en el exterior. Aunque el presidente ha demostrado más de una vez su falta de solidaridad al movimiento feminista mexicano, como fue evidente en la marcha del 8 de marzo, Día de la Mujer, que él suponía una estrategia de la derecha para desprestigiar su gobierno, sorprende la incongruencia del Senado de la República, encargado de ratificar la decisión del Ejecutivo Federal. Pues, como parte de la representación del gobierno, estos días se le ha recordado el acuerdo que estableció la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de implementar una Política Exterior Feminista, con lo cual México se convirtió en el primer país de Latinoamérica en lograr algo de esta índole.
Sin embargo, con el poco interés que mostró AMLO en el Consejo de Seguridad de la ONU y el haber involucrado a Pedro Salmerón en su nueva decisión, el gobierno no ha inspirado más que decepción para las organizaciones políticas feministas que continúan luchando por la erradicación del machismo que diariamente arruina la vida de muchas mujeres en el país, lo cual parece lejano si a pesar de todos estos esfuerzos el Senado autoriza que hombres con varias denuncias de acoso sexual confirmadas, como las tiene Pedro Salmerón, tengan la oportunidad de representar a México en otros países.