Comienzan los esfuerzos para enfocar el telescopio James Webb

Después de lograr su despliegue el pasado 8 de enero, un nuevo reto llega para el equipo detrás del sucesor del telescopio Hubble. La nueva tarea consiste en alinear los distintos componentes para que se enfoque correctamente, un proceso que tomará alrededor de tres meses en completarse.
El telescopio consiste de dieciocho segmentos hexagonales hechos de berilio chapado en oro y mide 6.5 metros. Dichos segmentos habían estado previamente doblados dentro de la sección de carga del cohete que llevó el telescopio al espacio. Finalmente, se desplegaron junto con el resto de sus componentes estructurales, lo cual tardó un periodo de dos semanas.
La siguiente parte consiste en que los segmentos deben separarse de los sujetadores que los mantenían en su lugar durante el lanzamiento. Después, deben moverse un centímetro de su sitio inicial antes de que puedan alinearse para formar una sola superficie. Se estima que el proceso tarda alrededor de diez días en completarse.
A diferencia de su predecesor, que capturaba imágenes en longitudes de onda ópticas y ultravioletas, el telescopio James Webb fue diseñado para registrar el cosmos a partir del espectro infrarrojo. Es cien veces más poderoso que el Hubble y puede captar imágenes a mayores distancias que cualquier otro dispositivo. La exitosa colaboración entre la NASA y las agencias espaciales de Europa y Canadá permitirá a los astrónomos observar eventos nunca antes vistos.
Si todo sale según lo planeado, el telescopio estaría listo para captar sus primeras imágenes en mayo de este año. Posteriormente, se tendrán que procesar, lo cual significa que tardarán otro mes más en darse a conocer al público en general.