Asesinan en Colombia a activista indígena de 14 años

Breiner David Cucuñame fue asesinado a tiros mientras patrullaba con la Guardia Indígena, grupo desarmado que busca proteger las tierras indígenas de las incursiones de los numerosos grupos armados del país. De acuerdo con la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), Cucuñame, miembro de la comunidad Nasa, acompañaba a su padre cuando él y dos miembros de la Guardia fueron asesinados en una emboscada. Las autoridades indígenas responsabilizaron del asesinato a miembros disidentes del ahora desmovilizado grupo rebelde Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
El coordinador de derechos humanos de la ACIN Eduin Mauricio Capaz señala que “el asesinato de Breiner es el resultado de un fenómeno que tardó años en gestarse”, añadiendo que, en Colombia, “los grupos armados vuelven a dominar”. Nuevos datos demuestran que el año pasado cada 60 horas un defensor de derechos humanos, activista comunitario o ambientalista era asesinado en Colombia, cerrando el 2021 con un total de 145 víctimas. A pesar del acuerdo de paz firmado en 2016 entre el gobierno colombiano y las Farc, quienes en ese momento eran el ejército guerrillero más grande de América Latina, miembros disidentes de las Farc y otras facciones armadas han retomado los ataques violentos en contra de los pueblos indígenas. Líderes sociales y activistas han sido les más afectades en este derramamiento de sangre, dado que en múltiples casos son vistes como les implementadores del acuerdo de paz.
La analista para Colombia en el International Crisis Group Elizabeth Dickinson argumenta que les líderes sociales y activistas son un objetivo porque son les portavoces y representantes que están dispuestes a ser la voz de comunidades marginadas, traumatizadas y vulneradas ante la violencia que sufren, ya sea hacia los pueblos o sus territorios. Añadió que “las amenazas contra activistas no son secreto para nadie”, señalando que el gobierno ha sido informado por las comunidades sobre los riesgos, mas la situación ha permanecido desatendida. La analista indicó que “el área en la que Cucuñame fue asesinado, al menos 100 menores han sido reclutades a la fuerza por grupos armados en 2021”, destacando que “les infantes han perdido a sus padres ante la violencia”, siendo elles víctimas directas de esta violencia.
El caso de Cucuñame es una llamada de atención a los gobiernos latinoamericanos sobre la situación a la que se enfrentan activistas, líderes sociales y comunidades marginadas dentro de sus territorios, por lo que deben exigirse respuestas y resultados rápidos y eficaces que garanticen la seguridad e integridad de todes.