Opinión – ¿Así las cosas?

Me he abstenido de ver las mañaneras, excepto cuando lo requiero para corroborar datos, porque muchas veces estoy predispuesta a pasar un coraje. ¿Y cómo no, cuando el presidente compara a las víctimas de Salmerón con la Santa Inquisición?
Así es, yo tampoco lo quería creer; pero ayer 26 de enero, López Obrador fue cuestionado sobre la participación de Jaime Bonilla en su gabinete, el personaje involucrado en el caso de Lourdes Maldonado, y el presidente no sólo evadió la pregunta, sino que a su vez, se refirió al caso de Pedro Salmerón, mostrando su transparente pacto patriarcal con estas palabras exactas:
“¿Ya entonces va a haber tribunales como los de la Inquisición, nada más porque hay denuncias de sectores, si no se actúa de conformidad con la ley?”
Unos momentos de silencio para mi espíritu esperanzado, porque esta frase me quemó los ojos.
Fue difícil decidir dónde empezar; pero para contextualizar semejante referencia, considero pertinente recordar, entre los múltiples horrores de la Inquisición que vienen a la mente, la famosa caza de brujas que mandaba a la hoguera a miles de mujeres por ser diferentes a lo que se esperaba. A veces era por su conocimiento de hierbas medicinales, y a veces era simplemente por su voz. Porque, ir en contra de la Iglesia como institución no era una opción para ninguna persona; y eso, aunque afectaba tanto a mujeres como a hombres, tuvo una particular repercusión en el rechazo hacia las mujeres infundado en la sociedad. Pues, aquí empezaron los testimonios falsos, claro… principalmente en contra de las mujeres. Teniendo esto en mente, no tengo ninguna intención de invisibilizar a las víctimas de la Inquisición de otros géneros, mas quiero resaltar lo que en mi opinión fue una increíble falta de tacto por parte del presidente. No sólo está victimizando a un agresor y comparándolo con miles de personas que fueron torturadas y ejecutadas, sino que encima se está confundiendo de lado. Increíblemente, la verdad de las mujeres sigue sin ser escuchada, sin ser creída.
Por eso también pienso que es indignante que minimice las denuncias a ese grado, pues decir algo como “nada más porque hay denuncias”, además de exponer una marcada vista gorda, desacredita el valor de todas las mujeres que tuvieron la fuerza para hablar. Pues un comentario de esa índole, por más que se le haya escapado (o inserte aquí cualquier excusa), dificulta aún más que las víctimas de abuso puedan reunir el valor para denunciar a su agresor en un país en el que hasta su propio presidente deja públicamente claro que a nadie le importa.
Y aunque esto ya parezca análisis semántico, francamente me quedó un poco incierto a qué se refirió con eso de actuar conforme a la ley. Si se refiere a que las víctimas no denunciaron “legalmente”, recalco mi punto anterior, y aún así es sorprendente que diga eso en lugar de motivar el proceso. Pero la razón principal por la cual no pude, o no quise, entender al cien esas palabras es porque no quiero creer que, por su redacción, se está oponiendo al juicio contra abusadores sexuales que no actúan conforme a la ley.
Tristemente, expresar mi sorpresa a sus palabras se siente hipócrita; porque me deja en shock, pero no me sorprende.
Creo que es importante, tras los sucesos de estos días, aclarar que ya ha hecho este tipo de comentarios en el pasado. Basta decir que en el 2019 se refirió a lxs periodistas de su conferencia mañanera como “perros sin bozal”, además de añadir la comparación con la Inquisición que tanto parece gustarle.
Y sí, esto pasó, por más que condene ahora el reciente asesinato de periodistas:
Sin mencionar que criticó a las redes sociales por la censura de Trump, de quien hemos escuchado en más de una ocasión comentarios racistas, principalmente a nuestro país; pero claro que el presidente del México al que Trump tanto juzga, lo defiende cancelando la censura de discursos de odio, mientras las llama nada más ni nada menos que “la Santa Inquisición”:
https://www.yucatan.com.mx/mexico/2021/1/8/evoca-la-santa-inquisicion-231128.html
Pues sí, me fui con su elección de palabras.
Pienso que es momento de que las personas con autoridad midan el poder que tienen sus palabras. No se trata de censura, se trata del respeto a todas las personas que conforman a México. Y si existe tan poco como para premiar a agresores y condenar a las víctimas, realmente me da miedo lo que nos depara el futuro.
Excelente forma de expresar indignación por lo que acontece en México.