Grupos indígenas de Michoacán derriban escultura Los Constructores; un monumento al racismo y la discriminación

Hacia el mediodía de este lunes 14 de febrero, integrantes del Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM) derribaron la escultura conocida como Los Constructores, donde se representa a un ingeniero de la época de la Conquista dando órdenes a indígenas que cargan losas de cantera sobre su espalda. Este acto de protesta denuncia el racismo que históricamente ha atacado a los pueblos indígenas.
El monumento, ubicado al final del acueducto de la capital michoacana, fue inaugurado en 1995. Este lunes, tras 27 años, fue derribada jalada con lazos. Les integrantes de la organización indígena que aglutina autoridades comunales de 60 pueblos originarios ya habían solicitado a las autoridades del ayuntamiento moreliano desde septiembre de 2020 retirar el monumento a Fray Antonio de San Miguel, conocido también como el monumento a los constructores de la ciudad. Señalaron que la obra escultórica “es ofensiva y racista, símbolo de la subordinación, representación del eslavismo y un emblema del genocidio español”.
Les integrantes del CSIM indicaron en reiteradas ocasiones que el monumento, lejos de reconocer a quienes aportaron con su trabajo en la construcción de la entonces Valladolid, es un recuerdo y un reflejo de siglos de saqueo, dominación y explotación del sistema colonial, proceso histórico al que calificaron como ilegítimo, violento e inmoral.
Su comunicado de prensa aclara que la manifestación responde al “Aniversario Luctuoso de Tangáxoan Tzíntzicha, el último Cazonci o Irecha, gobernante del Estado Purépecha, quien fue detenido, humillado, torturado y quemado vivo el 14 de febrero de 1530 a manos del Presidente de la Real Audiencia de Nueva España, Nuño de Guzmán”.
Integrantes del Consejo Superior señalaron que continúan su lucha por la autodeterminación y la autonomía, por la defensa del territorio y la tierra comunal, por el reconocimiento de sus sistemas de seguridad y de justicia, por la defensa de la madre tierra y los recursos naturales. Añadieron que decidieron “colectivamente en una Asamblea General de Autoridades, retirar por nuestra propia cuenta la denominada escultura los Constructores, por ser un símbolo de subordinación, representación del esclavismo y un emblema del genocidio español”.
