apalancado

Este miércoles, las autoridades bielorrusas prometieron que todos los soldados rusos en su territorio abandonarán el país el 20 de febrero, cuando terminen sus ejercicios. Vladimir Makéi, ministro de Relaciones Exteriores, dijo, en una rueda de prensa, que “no quedará un solo soldado, un solo equipo en el territorio bielorruso tras las maniobras militares”. También justificó las maniobras resaltando la actividad de la OTAN en la región. “Es una respuesta a las acciones tomadas por nuestros socios occidentales”, afirmó. También afirmó que ninguno de los dos países quiere una guerra, ya sea “fría, caliente, o de sanciones”, y dijo que no cree que “una guerra sea beneficiosa para nadie”, agregando que una guerra sí sería provechosa para “aquellos que están tremendamente lejos de aquí”.

Makéi, al igual que el Kremlin, dijo que la “histeria en torno a Ucrania es generada artificialmente” para reducir la influencia de Rusia.

Los ejercicios militares en Bielorrusia coincidieron con el despliegue de más de 100,000 soldados en la frontera con Ucrania, los cuales, según las autoridades rusas, han comenzado una retirada parcial. Esto fue anunciado el martes, y el miércoles se informó el fin de las maniobras militares en Crimea y un retiro de sus tropas. El comunicado ruso precisó que “tanques, vehículos de infantería y artillería saldrían de Crimea por tren”.

A pesar de esto, los gobiernos occidentales y la OTAN han dicho que esperan pruebas de lo que ha anunciado Rusia y han invitado a la prudencia, a pesar de reconocer que son buenas noticias. Rusia, a diferencia de Bielorrusia, no ha dado detalles del retiro de tropas.