Iniciativa plantea regresar de la extinción al tigre de Tasmania
El tigre de Tasmania (Thylacinus cynocephalus) fue declarado oficialmente extinto por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en 1986. Desde entonces, lo único que nos quedan son videos de este animal, pero era imposible regresarlo a la vida. Sin embargo, puede que ahora haya una posibilidad de regresar de la extinción al animal.
Fue la Universidad de Melbourne la que, después de recibir una donación de 3.4 millones de euros, se ha propuesto crear un programa que tiene el objetivo de traer de vuelta al tigre de Tasmania y, si esto funciona, se podrían traer de regreso también a otros marsupiales extintos.
La iniciativa se llama Thylacinus Genetic Restoration Research (TIGRR). Además de proponer el regreso del tigre de Tasmania, se propone investigar más en las técnicas genéticas para asegurar la conservación de los marsupiales contemporáneos.
Uno de los primeros pasos en este proceso de volver a la vida a la especie empezó en 2017 cuando en esta universidad se pusieron a secuenciar parte del genoma del tigre de Tasmania. Esto lo hicieron a partir de los restos de un ejemplar que se mantiene en propiedad del Museum Victoria en Australia.
Esta secuencia de genoma todavía no está completa y todavía hacen falta algunos fragmentos clave. Para esto, los expertos van a trabajar en la secuenciación de las especies más cercanas como el dunnart, el demonio de Tasmania y el numbat, un marsupial con el que se comparte hasta un 95% del ADN del tigre de Tasmania.
Aunque es muy buena iniciativa el intentar traer de regreso a una especie que ya está extinta, también existe un debate acerca de qué tan bueno es reintroducir una especie a un hábitat del que desapareció y de cuáles serían los efectos que esto traería al resto del ecosistema.
Acerca de esto, el equipo mencionó que la isla de Tasmania se mantiene “prácticamente inalterada” y que incluso creen que la reaparición de la especie podría ayudar a restablecer ese orden ecológico que existía antes. Además de que creen que sería benéfico para la especie del demonio de Tasmania que actualmente enfrenta una epidemia de cáncer facial en la isla.
