Antonio Guterres, secretario general de la ONU, llega a Kiev

Este miércoles, el secretario general de la ONU, António Guterres, llegó a Kiev para reunirse este jueves con el presidente Volodimir Zelensky, tras visitar Rusia a principios de la semana, “por una cuestión logística”, a pesar de que el orden de las visitas fue criticado por Zelensky.
“Continuaremos nuestro trabajo para expandir el apoyo humanitario y asegurar la evacuación de civiles de las zonas de conflicto”, escribió. “Cuanto antes termine esta guerra, mejor, por el bien de Ucrania, Rusia y el mundo”.
Guterres llegó a Ucrania por la frontera con Polonia y continuó en coche su recorrido hasta la capital, Kiev, escoltado por la seguridad de la ONU y militares ucranianos.
Guterres no sólo verá a Zelensky y a su ministro de Exteriores Dmytro Kuleba, sino que se reunirá también con el personal de las agencias de la ONU para analizar “cómo optimizar la asistencia humanitaria al pueblo de Ucrania”.
No ha habido comunicación entre la ONU y el gobierno ucraniano tras la queja de Zelensky porque Guterres visitara Moscú primero.
Según explicó Saviano Andreu, portavoz la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), la ONU, trabaja para que “se acabe cuanto antes el terror y el horror en las zonas que están siendo bombardeadas” y para que “la ayuda humanitaria pueda llegar a la gente que lo necesita”.
“La guerra ha causado un número de muertos, desplazados y un nivel de sufrimiento humano inimaginable. Tenemos un 25% de la población de Ucrania que necesita ayuda humanitaria a causa de la guerra”, agregó Saviano Abreu.
Según ha dicho, tras los “acuerdos de Moscú”, la ONU ya está preparando y coordinándose para que esas evacuaciones y la entrada de comida humanitaria sean posibles y se produzcan cuanto antes, y ha deseado que puedan fructificar tras las reuniones que tendrán lugar mañana en Ucrania.
Vladimir Putin admitió ayer que la situación en Mariupol, asediada durante semanas por su propio ejército, es “trágica”.
La ONU ha sido cuestionada por la incapacidad para detener la guerra y de siquiera lograr una tregua o un acuerdo para corredores humanitarios, debido sobre todo al derecho de veto que Rusia tiene en el Consejo de Seguridad como uno de sus miembros permanentes.
