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El 8 de mayo se celebra el Día Mundial del Burro con la finalidad de destacar la importancia de estos animales en las actividades humanas y fue gracias a la intervención de Razik Ark, un científico estudioso de los animales del desierto que, con la finalidad de divulgar la contribución de este mamífero a la calidad de vida de las personas, promovió la creación del Día mundial del burro.

Perteneciente a la familia de los équidos (clase Mammalia, especie E. Africanus). El burro es también conocido como asno, jumento, pollino o borrico.

Se estima que hace unos 6.000 años los burros fueron domesticados por primera vez en el norte de África, para obtener su leche y su carne. Luego se utilizaron como animales de tiro para tranportar la seda desde el Océano Pacífico al Mediterráneo en la denominada Ruta de la Seda, hace unos dos mil años.

Entre sus características físicas posee orejas y cola alargada, con una talla entre los 0,90 y 1,40 metros. Generalmente el color del pelaje es gris y cuenta con un promedio de vida entre los 27 y 40 años de edad, siendo más longevos que los caballos; además, son capaces de escuchar sonidos a varios kilómetros de distancia y de regular su temperatura corporal y en el desierto pueden hacer agujeros para acceder a aguas subterráneas.

Contrariamente a la mala reputación que existe acerca de los burros, son mamíferos muy inteligentes, apacibles y sociables y tienen una gran adaptación a diversas condiciones climáticas y ecosistemas.

Por ejemplo: los burros son empleados en actividades relacionadas con la agricultura y el campo, la carga y transporte de personas y mercancías, cuidado de rebaños, recoger agua de los pozos, entre otras tareas. En varios países son utilizados para contribuir con el control de los ecosistemas en la biodiversidad de los bosques; incluso en algunas regiones de China, India, España, Portugal e Inglaterra han iniciado movimientos para la dignificación y preservación del burro.