Nota Premiada: Partido Republicano de EE.UU. elabora plan para viajar en el tiempo, ¿De vuelta al siglo XIX?

Ha pasado una semana desde que vi el documento que redactó la Suprema Corte de Estados Unidos y sigo sin poder creer lo que está pasando. Me cuento dentro de las personas que encontraron esto tan absurdo que prefirieron pensar que era falso. De alguna forma, incluso después de haber sido confirmado sigo pensando hasta el día de hoy que en cualquier momento alguien va a romper la oscura nube que se ha formado alrededor de los vientres de miles de mujeres en Norteamérica, despojadas de su autoría, destituidas del papel de propietarias de sí mismas de una forma tan cínica como nunca antes se había visto en el gran territorio primermundista que presume ser un país libre y progresista. Reconozco, al menos, la audacia detrás de su hazaña; no podemos negar que hay que tener valor para secuestrar a toda una sociedad, meterla a una máquina de tiempo en contra de su voluntad y regresar unos 50 años atrás… cuando las mujeres todavía luchaban por derechos básicos como poder decidir sobre su propio cuerpo, poder decidir cuándo, o si, quieren tener hijxs, por ejemplo.
Así es, se vuelve a traer a la mesa, años y años después, el debate sobre el aborto.
Pero ese no es realmente el tema, no es realmente lo que se debería discutir. Definitivamente es la pantalla que están utilizando tan astutamente los republicanos para alejar las miradas de la agenda que llevan construyendo tan explícitamente durante todo este tiempo.
Porque el dilema del aborto ya había sido legalmente resuelto más de una vez. El caso de Roe v. Wade habrá sido el primero en esclarecer la importancia de que un tema tan complicado para el entendimiento de la población en ese momento fuera asunto de los individuos a quienes concierne, aunque hubiera tomado dos años de lucha que el caso concluyera, pero por si las razones no hubieran sido suficientes, años después se volvía al tema para demostrar con más y más bases que la decisión de una mujer sobre su capacidad y/o voluntad de tener hijxs no podía ser un asunto del Estado, y mucho menos debía recaer en él. Así lo estableció también el caso de Planned Parenthood v. Casey en 1992, 20 años después durante los cuales se implementaron una cantidad de restricciones al aborto que costaron las vidas de muchísimas mujeres.

Pues, no es sorprendente que en la opinión que emitió la Suprema Corte se está ignorando la voz de la mayoría de la sociedad mientras se le da prioridad al sector que lleva muchos años ya utilizando valores victorianos para alterar tradiciones y hechos históricos a su favor al momento de querer regresar a esos tiempos románticos en los que el plan de acción era despojar a la mujer de su autonomía para que continuara siendo dependiente a toda costa. Esto no solo incluía el aborto, sino el acceso a anticonceptivos; ambos de los cuales se permitían desde la época colonial, y no fueron criminalizados hasta la última mitad del siglo XIX.
Entonces así muy conservadores que digamos, no lo sé.
Digo, la sociedad puritana por la cual existe su República permitía el aborto en cualquier momento de la gestación antes de que la madre sintiera la primera patada, primer signo de vida para ellos.
Aún así me vi obligada a buscar la definición de lo que significa el conservadurismo, porque mi mente no puede concebir la incongruencia, y todos los diccionarios incluyen la palabra tradición, incluye el mantener las ideas y las prácticas existentes. Considerando su historia completa… sin comentarios.
La formación de la GOP (Grand Old Party) consistió en cambiar las leyes, por supuesto que algunas para bien y otras para mal, con el fin de que sus propias leyes fueran las que debían ser conservadas. Porque, bajo esos preceptos se abolió la esclavitud y nadie puede negar ese mérito. Pero en esos mismo años fue que prohibieron el aborto y los métodos anticonceptivos para todas las parejas, estuvieran casadas o no. De nuevo, ni los puritanos tenían tanta fijación con castigar el sexo fuera del matrimonio, contrario a lo que se cree, pero bueno.
Sin embargo, lo que más han logrado dejar en el olvido al momento de considerar la creciente urgencia por abolir la esclavitud es que previa a esa segunda mitad del siglo XIX los abortos incrementaron alarmantemente porque las mujeres esclavizadas se dieron cuenta de que su útero era un mero instrumento para aumentar el producto. Ellas tenían de pocas a nulas formas de escapar del abuso sexual por parte de sus dueños, cuya intención, aparte de la degeneración de estos hombres, era que hubiera más cuerpos que poseer y explotar.
El aborto, entonces, se convirtió en una sombría esperanza, dadas las condiciones, de romper la cadena de explotación. Para todo el grupo racial esclavizado, pero aún más para las mujeres.
Hubo madres que incluso, al no poder abortar, recurrieron al infanticidio antes de ver a su hija vendida y abusada como ellas lo fueron.

Podrás preguntarte por qué me he empeñado en traer tan oscura imagen a la discusión, si parece un pasado tan lejano, una realidad tan ajena.
Esto es porque en febrero de este año Samuel Alito, el juez responsable de la redacción del documento filtrado que de ser llevado a cabo resultaría en una regresión que ocasionaría que posiblemente en todos los estados gobernados por republicanos el aborto sea penalizado, utliza como argumento una premisa similar al modus operandi de los esclavizadores mencionados. Pues, de acuerdo con él, no sería tan malo someter a las mujeres de su país a parir, lo quieran o no, porque así “la oferta doméstica de infantes” ayudaría a que creciera el mercado de adopción.
No te culpo si piensas que esto supera lo verosímil, así que te dejo un video cortito con más detalles, porque ya sé que está difícil de creer:
Sólo me gustaría detenerme un momento en su elección de la palabra “oferta”, capturada en el documento, porque el valor material de un ser humano ya dado a luz importa más que su salud y desarrollo, ¿no?
Además, por supuesto, sin que importen las consecuencias que el proceso de venta ocasione sobre sus máquinas productoras de dinero.
Digo, sobre las mujeres de su país.
Y, porque no hay suficientes infancias en el mundo olvidadas en orfanatos, o dejadas a morir en las calles, si bien les va.
Amable recordatorio de que sus vecinas mexicanas tenemos niñxs de sobra siendo vendidxs, abusadxs y qué no más, estén en orfanatos o no. Aunque no les vaya a asaltar un bebé del otro lado de la frontera, o comenzar un cartel de droga en su país desde los primeros meses de vida, ahí no vale la pena el riesgo.
Pero, “it’s a free country”: siguen diciendo las personas que se jactan de pertenecer a un país en el que nadie, ni siquiera el gobierno, puede tocar sus derechos; ni su derecho a votar ni su libertad de expresión ni su libertad a ejercer la religión que quieran ni su derecho a la privacidad. Eso viene, por supuesto, con un gran asterisco (metafórico, si no quieres darle forma del literal elefante que descansa en la sala de la Suprema Corte) que excluye a las mujeres, a personas afroamericanas, a inmigrantes y a disidencias sexuales. Básicamente, la excepción es la mayoría de la población estadounidense, porque es un país libre sólo cuando conviene.
Pues también me di a la tarea de investigar a más profundidad lo que significa el conservadurismo políticamente, más específicamente en cuanto al Partido Republicano. Para este punto no resulta sorprendente que una de sus principales características es que “el gobierno debe ocuparse de las cosas que son de su competencia, como la defensa de la patria y la administración de justicia; no debe tratar de hacer cosas que son mejores hechas por individuos o asociaciones voluntarias”, de acuerdo con Barry Goldwater en su artículo publicado en Britannica.
Yo diría que lo que están intentando hacer ahora se opone a dicho principio, dado que su movida es eliminar, así de plano, la Ley del Derecho a la Privacidad para que la gubernatura de cada Estado pueda meterse legalmente en las decisiones de los individuos que ahí residan.
Bueno, por ahora se trata principalmente de la autonomía de individuos mujeres, de personas gestantes en general, y por eso es más fácil empezar por ahí. Ya tienen bastante práctica quitándoles el control sobre sí mismas, vaya.
El tema es que, si eso no fuera ya lo suficientemente alarmante, quitarle a la población este Derecho, vigente en su totalidad desde 1969, podría fácilmente derribar otros derechos tan importantes como lo son el derecho y fácil acceso al uso de anticonceptivos, así como el matrimonio igualitario y la intimidad sexual en sí, como advierte Laurence Tribe, profesora de ley constitucional en la Universidad de Harvard.
Pues, en un principio Alito aclaró que la decisión se refería únicamente al aborto.
Sin embargo, algunos estados como Arkansas y Louisiana ya declararon hace unos días que si Roe v. Wade es anulado como la Suprema Corte lo planea, ellos comenzarán el proceso para prohibir inmediatamente distintos métodos anticonceptivos de emergencia como los DIUs y las pastillas del día siguiente.
En Idaho y Michigan, también se mostró un interés por retroceder de esta manera.
Así que el debate moral del aborto no debería ser el foco de atención en estos momentos; porque eso sólo es un obstáculo, que parece muy bien orquestado, dentro del verdadero problema.
El problema es muy evidente. Nunca había pasado algo de esta magnitud en la historia legal de Estados Unidos y es completamente reprobable, y escalofriante, que demuestren que tienen el poder de quitarle derechos a sus ciudadanxs de esta manera, bajo la excusa de que el Derecho a la Privacidad no está en la Constitución.
Pero la Segunda Enmienda sí lo está…

No los vi moviendo mar y tierra de la misma forma para salvar estas vidas ya existentes.
Como mexicana, podría fácilmente no importarme lo que esté pasando en Estados Unidos, como he visto que es la postura de muchas otras personas. Pero como feminista y humanitaria, es imposible que no me importe el destino de miles de mujeres que pueden estar a punto de perder los derechos por los que tanto lucharon nuestras antepasadas, y por los que luchamos ahora para conservar. Porque lo que atañe al cuerpo femenino es algo colectivo, es algo universal.
Así se ha vivido por muchos siglos ya; sin importar la época, sin importar el lugar.
Espero que al menos esto, desde nuestra propia realidad y nuestras propias problemáticas, pueda servir de lección para quien llegue a pensar que no vale la pena seguir luchando por este tipo de cosas.
Si uno de los primeros países en lograr un aborto legal y seguro es capaz de caer tan bajo como para revertir esa libertad, no hay duda en que la lucha no puede descansar.
En un mundo en el que continúa habiendo intentos constantes por oprimirnos aún cuando ya se había avanzado, no se puede bajar la guardia, no se puede voltear al otro lado.
Es triste, sí. Esa es nuestra triste realidad.
Pero no permitas que tu odio a un opresor político te haga ignorar la realidad de sus oprimidas, eso es lo que nos lanza para abajo.
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Con motivo del 10mo aniversario de su patrocinador, el Grupo Editorial Cúspide, Apalancado felicita a la periodista Sofia Soto por su premiación como una de las autoras más destacadas de nuestro equipo. En representación de su trabajo dentro de la empresa, esta nota ha sido simultáneamente publicada de manera física en la entrega del 30 de Mayo tanto en Diario Liberal Metropolitano como en la revista Cúspide.
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Esta entrada forma parte de “Desde mi cuarto propio”, una columna feminista escrita por nuestra periodista Sofia Soto.
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