¿Cómo no morir en los finales?

Una revisión rápida de técnicas de estudio bien sencilla y fácil de aplicar, para “descomplicarte” la vida en esta época de finales. No es novedad que las últimas semanas del curso son brutales: anímica, mental y físicamente. Los exámenes, las tareas, las develadas nos sacan la vida y parecen nunca acabar. Estos pequeños, pero sumamente útiles consejos te ayudarán a superar esta etapa no como un sobreviviente, sino como toda una leyenda.
Primero que todo, organízate. Ten claro qué tienes que estudiar, divide tu tiempo y apégate a ese plan. ¿Qué hacer? ¿Para cuándo? ¿En cuánto tiempo? Prioriza tus actividades. Si te cuesta concentrarte y tiendes a procrastinar, la Técnica Pomodoro es para ti. Una sesión de 20 minutos de estudio alternados con descansos cortos de 5 minutos. Donde pones todo de ti en un periodo corto de tiempo y luego te premias. Divide las tareas grandes en micro pasos que puedas terminar en 1 o 2 sesiones de pomodoro. Cuando termines tu estudio recompénsate, esto aumenta tu motivación mejorando tu desempeño.
Más tiempo de estudio no es sinónimo de mayor cantidad de aprendizaje. Si te tardas mucho probablemente estés haciendo pseudoestudio; es decir que no estás avanzando, sino cayendo en la repetición. Estudia poco y muy seguido es más eficiente que estudiar mucho en pocas sesiones.
El Método Feynman sugiere que traduzcas la información con tus propias palabras y la simplifiques lo más posible. Haz analogías. Si eres capaz de explicarlo con tus palabras, de forma sencilla y sin repetir literalmente, puedes decir que ya te lo aprendiste.
El cerebro funciona mejor con preguntas. Hay varias técnicas para organizar y aprender. Con el sistema QCP en 3 pasos puedes reunir la información necesaria: qué es, cómo funciona y para qué sirve. El método PCE incluye: pregunta, conclusión (respuesta) y evidencias (argumentos que la sustenten). Al lado de cada tema coloca una pregunta que lo resuma y que te ayude a repasar. Trata de vincular la información. Repasa y evalúate por bloques (modo creativo) y luego un repaso variado de los temas (modo supervivencia).
Si estás leyendo, ve anotando puntos conceptos clave y datos importantes. No andes subrayando todo porque no se va a mandar solo a tu memoria. Solo resalta o escribe lo esencial, y hazlo a la vez que lees para que no tengas que releer. Guiar la lectura con un lápiz o con tu dedo te ayuda a ir más rápido y no regresarte, aunque siempre nos hayan dicho que es malo. Y para el final, la solución suprema: empezar. Empieza a hacer lo que tengas que hacer ya.
