Palabra del día: “Genocidio”

El genocidio, considerado como el crimen de crímenes, consiste en un determinado tipo de actos criminales perpetrados de froma sistemática para destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal.
El término fue acuñado por Raphael Lemkin en 1944 para calificar las atrocidades cometidas por el régimen nazi contra millones de judíes y gitanes. Aunque este atroz crimen no era nuevo, fue hasta el Holocausto que se reconoció la magnitud del daño.
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, el juicio de Nuremberg contra los dirigentes nazis marcó un hito en la toma de conciencia de la responsabilidad y las represalias para delitos mayores. A pesar de que en el Estatuto del Tribunal Militar de Nuremberg no aparece el término “genocidio”, sí fue catalogado como un crimen contra la humanidad.
Poco después, en 1946, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 96, en la que se exhortaba al Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC) preparar un borrador de Convención sobre el crimen de genocidio. La Convención se adoptó el 9 de diciembre de 1948. La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, ratificada por la gran mayoría de los Estados de la comunidad internacional, pretendía evitar que se repitieran los hechos como holocausto. Ese mismo año, se aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que entró en vigor el 12 de enero de 1951.
Pese a los presedentes que supusieron la Convención y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se suscitaron nuevos genocidios en países como Camboya, Ruanda y Yugoslavia. Estos llevaron ala creación del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia en 1993 y el Tribunal Penal Internacional para Ruanda en 1994, mas hubo que esperar hasta 1998, cuando se firmó el Estatuto de Roma, para asistir a la creación de un tribunal especial que se ocupara de los cuatro crímenes internacionales: genocidio, crímenes de guerra, contra la humanidad y de agresión.
Así, se creó la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, que comenzó a funcionar el 1 de julio de 2002. Este tribunal permanente, independiente y no que forma parte de la estructura de la ONU, ejerce su jurisdicción sobre los crímenes más graves de forma complementaria a las jurisdicciones internas de cada Estado.
Sin embargo, aunque en la actualidad casos como el de la Guerra de Rusia y Ucrania o el conflicto palestino-israelí podrían tipificarse como genocidios, resulta difícil demostrar que se comete este delito. Para ser condenado por genocidio, la parte acusada (un individuo o un Estado) no sólo debe haber demostrado la intención de cometer genocidio, sino que debe haber hecho una o más de las siguientes cosas: matar a miembros del grupo, causar al grupo graves daños corporales o mentales, infligir deliberadamente condiciones calculadas para provocar su destrucción, impedir los nacimientos entre el grupo o trasladar por la fuerza a los niños de un grupo a otro.
Dado que el genocidio es dirigido a un determinado grupo de personas, en ocasiones puede ser confundido con los crímenes de guerra –que sólo tienen lugar en el contexto de un conflicto armado e incluyen el “asesinato deliberado”, la toma de rehenes y la pérdida de vidas o lesiones–, o los crímenes de lesa humanidad –que pueden tener lugar en tiempos de paz e incluyen el asesinato, la esclavitud y la persecución basada en factores como el género, la etnia o la religión. Como el genocidio es tan difícil de probar y perseguir, la comunidad internacional tiende a acusar a las personas de otros delitos.
.
.
.
Les recordamos que este mes de Julio, Apalancado está trabajando en una campaña en contra del imperialismo y en apoyo a la lucha Palestina. No olviden seguir las actualizaciones en este tema dando click en la etiqueta con el #FreePalestine que se encuentra al inicio de esta nota.
🇵🇸 PALESTINA LIBRE 🇵🇸