4 de diciembre de 2023

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Ecoansiedad: cómo el cambio climático afecta nuestra salud mental

En tiempos donde lo normal es un desastre climático, preguntarse si nuestra salud mental está bien es una pregunta válida, un paso lógico a seguir. ¿Es cierto que el cambio climático también afecta la salud mental? Sí. En los anales de la historia de la medicina, Hipócrates lo tenía muy claro: “Quien desee investigar de medicina como es debido, debería proceder según lo siguiente: primero considerar la época del año” (traducido por mí).

Se considera como “situaciones extremas” eventos raros o radicales en comparación con la media. Basado en esta idea es posible asumir que la humanidad está abusando del término cuando engloba a los desastres naturales bajo este término. Los eventos extremos y desastres naturales ya forman parte de la nueva realidad global, son la regla y no la excepción. “Nonetheless, recently extremes are becoming more evident, even when a longer time arc is considered” escribe Cianconi en su artículo publicado por Front. Psychiatry. Donde aborda a profundidad los efectos del cambio climático en la salud bajo la denominación de «ecoansiedad», haciendo referencia a cada tipo de situación ambiental y sus consecuencias. Sus efectos se ven a corto o largo plazo y pueden presentarse distantes del evento e incluso transmitirse a siguientes generaciones.

¿Qué efectos tiene?

El investigador explica que el cambio climático puede: inducir defectos congénitos, deficiencias en el neurodesarrollo; desencadenar trastornos y alterar el estado emocional de las personas. El estrés de vivir un “evento extremo” directamente; la preocupación y la impotencia al ver las noticias de catástrofes; el propio miedo a la muerte por el colapso del ecosistema; la violencia y la lucha por los recursos; el desplazamiento y la tristeza de ver hogares y paisajes desaparecer o especies extinguirse.  

El caso de las olas de calor

Es pertinente hacer referencia a este fenómeno dadas las recientes olas de calor en Europa y China. El calor tiene efectos inmediatos sobre la salud. Cuando se dice que se “elevan las temperaturas”, literalmente se elevan: aumenta la tasa de violencia. Al juntar la inconformidad, con el hecho de que las personas pasan más tiempo fuera, y el aumento de la agresividad, obtienes como resultado una alza de los conflictos. La subida de la temperatura aumenta el número de suicidios. También influye negativamente en el desempeño laboral, escolar y en el desarrollo de los últimos meses de gestación y el parto.

Así que empodérate para matar la impotencia de una vez, sé sostenible, responsable. Enfócate en lo que realmente puedes hacer. Evita la sobrecarga de información y no pongas en ti más carga de la que puedas soportar. Devin Guthrie en su artículo publicado este mes en Perspect Psychol Sci propone: que la principal causa de estrés en estos casos es el miedo a la muerte. Por lo que la aceptación del fin de la propia vida y del eco-apocalipsis permitirá a las personas volverse resilientes. En segundo lugar, aconseja vivir una vida significativa a pesar del inminente final. Pocos son los estudios que aborden la temática. Pero ante las altísimas probabilidades de que estas situaciones extremas se vuelvan la regla y no la excepción, la comunidad de expertos de la salud debería prestar más atención a este fenómeno. “However, the delay in studies on climate change and mental health consequences is an important aspect” escribe Cianconi.

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