Pussy Riot y la represión de la Iglesia Ortodoxa hacia las mujeres en Rusia

Rusia es conocida por ser una nación extremadamente religiosa, en la que el 79% de su población se identifica como fieles seguidores de la Iglesia Ortodoxa. Siguiendo letra por letra los mandatos de esta institución (basados en lo escrito en la Biblia), se conservan ideas tradicionales extremas que limitan el derecho de las mujeres a tener control sobre sus cuerpos y prohibiendo que busquen protección legal al denunciar casos de abuso intrafamiliar. Estas políticas están respaldadas por una sólida moral religiosa que dicta que las mujeres son el género más débil y siempre deben permanecer así. Pero como todo estado fascista, Rusia ha tenido problemas últimamente con los grupos de choque. En especial, con el colectivo feminista Pussy Riot.
–
La Sagrada Familia
Es común que una familia Rusia cuente con 7 hijos o incluso más. Y es que si se llega a éste número, el presidente Vladimir Putin se encarga de reunirse con el matrimonio y darle una insignia especial: el Premio de la Orden de la Gloria Maternal. Con los índices de población disminuyendo cada año, es importante para el gobierno ruso la preservación de la familia. Además, éstas son consideradas sagradas, ya que fue Dios que mandó la unión entre hombres y mujeres (uno de los motivos que los mantienen en contra de la homosexualidad). Sin embargo, que las parejas no tengan una buena planeación familiar y sólo reciban los hijos “que Dios les mande” ha causado un grave problema de abandono en las zonas más pobres del país. Mientras las familias de la élite con muchos hijos sobresalen como un ejemplo, hay familias sumergidas en la pobreza que al no poder mantener a tantos hijos los dan en adopción.
Manteniendo una ideología patriarcal en la que las mujeres deben someterse a sus maridos, la administración rusa incluso se ha negado a penalizar la violencia intrafamiliar, pues argumenta que la familia es un espacio sagrado en el que el gobierno no puede intervenir y que si las mujeres son reprendidas no hay evidencia que muestre que no fue un castigo justo. Los casos de violencia únicamente son investigados cuando la víctima es asesinada, ya que así cambian su categoría a homicidio.

–
Los gobiernos fascistas necesitan grupos de choque
El principal colectivo feminista que existe en Rusia es el grupo musical Pussy Riot, quienes componen canciones en contra de las políticas fascistas de Trump y de Putin exigiendo justicia para las mujeres. Su música es principalmente una mezcla de Punk, Rock, y Heavy Metal, y las integrantes destacan por llevar pasamontañas de colores escandalosos y ropa ajustada. Éste grupo ganó reconocimiento internacional en el 2012, año en el que protestaron en contra de la reelección del presidente Putin interrumpiendo en la catedral de Moscú para rezarle a la virgen una plegaria escrita por ellas y titulada “Líbranos de Putin”. Sin embargo, sus protestas más emblemáticas han sido durante los eventos deportivos.
En el 2014 Pussy Riot intentó hacer una protesta en los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi reclamando los casi 50 mil millones de dólares que se gastaron en la preparación del evento. Miembros del ejército llegaron a someterlas por medio de golpes y rociándoles gas lacrimógeno. El grupo feminista gravó éste incidente y lo usó como video musical para su canción Putin will Teach You How to Love. De igual manera, durante la final de la Copa Mundial de Football en Moscú (el 15 de Julio del 2018), cuatro personas disfrazadas de policía corrieron por el campo de juego antes de ser arrestadas. Pussy Riot publicó un comunicado atribuyéndose la responsabilidad y dijo que era un reclamo sobre la situación de los presos políticos en Rusia.
Aunque el sistema legal ruso parece limitar a las mujeres cada vez más, grupos antifascistas como Pussy Riot se están ganando la atención del público internacional, siendo abiertamente apoyados por artistas como Madonna y Paul McCartney.