8 de diciembre de 2023

Apalancado

Lo más coherente e incoherente del mundo

La lucha contra el maíz transgénico en Yucatán

El Colectivo Apícola de los Chenes y la organización indígena maya Ka´kuxtal Much Meyaj, entre otras organizaciones y comunidades de la Península de Yucatán, están librando una batalla contra empresas extranjeras, Monsanto y Keneken, por el cuidado de las semillas nativas de maíz: “Nuestra tarea es cuidarlas y defenderlas, por eso la agroecología maya es la herramienta que tenemos en estos tiempos como pueblo para preservarlas”. 

Aun con la victoria de Leydy Araceli Pech Martín, líder indígena maya de la coalición Sin Transgénicos, al expulsar a Monsanto de Yucatán en 2020 y el decreto presidencial de prohibir la producción del maíz transgénico y la meta de eliminar el uso del glifosato para 2024, el gobierno mexicano, específicamente el Juez Sexto de Distrito en Materia Administrativa en la CDMX, Francisco Rebollado Peña, le concedió un amparo a la empresa estadounidense ya mencionada. La cual sembrá soja modificada genéticamente en las regiones de la península. La Secretaría de Medio Ambiente informó que va a presentar una apelación en contra del amparo y dieron a conocer que cuentan con “información suficiente que acredita los daños causados por esta sustancia a especies polinizadores como las abejas, el agua superficial de los cauces naturales, el suelo, la flora y el aire”.

Nora Tzec, una de las fundadoras y voceras de la asociación civil Ka’ Kuxtal, ha dado conocer la opinión de la organización civil ya mencionada en una entrevista con Radio y Diario Universidad de Chile:

“Nosotros nos encontramos en un momento de emergencia ambiental. Cuando vimos el decreto, fue bueno por la intención, pero esperar dos o tres años para hacerlo efectivo… Es como cuando te citan para hacer unos análisis, sabiendo que ya estás enfermo, y tienes que esperar años para tu consulta. Es una lástima porque, en realidad, lo que esperamos aquí son acciones contundentes”.

Explicó la activista que en varias comunidades mayas desde hace varios meses se han quedado sin agua por la sobreexplotación y que no ha habido medidas por parte del gobierno para solucionar el problema. 

También en la entrevista mencionó que las empresas deben de hacerse responsables de cómo su presencia ha afectado a sus territorios:

“Por otro lado, hablamos de una Corporación donde ya está demostrado, por diferentes investigaciones en el mundo, que el glifosato es una sustancia que genera enfermedades y, además, que no se puede eliminar fácilmente del agua y la tierra. Hay que considerar que las empresas se tienen que hacer responsables de todo lo que están generando a su paso… con la idea de invertir en una ganancia para unos pocos y envenenando a muchos”.

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