Especial – 2 de Octubre no se olvida: arte de protesta y tragedia

Hoy conmemoramos lo que sucedió hace 54 años, cuando el ejército mexicano con apoyo de un grupo paramilitar, el Batallón Olimpia, reprimieron un mitin pacifista estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco. Dispararon a las personas desde la plaza y azoteas, al igual que también los persiguieron dentro de los edificios. Muchos estudiantes y civiles fueron detenidos y enviados a cárceles, hoy en día sigue sin saberse el paradero de varios ni de cuántas personas murieron ese día.
Para recordar esta fecha, desde Apalancado queremos recomendar dos productos audiovisuales sumamente importantes, el documental “El Grito” de 1968 hecha por estudiantes del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), y el documental ficticio de “Rojo Amanecer” de 1989 dirigida por Jorge Fons.
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El Grito:

El documental de una duración de 120 min fue realizado por alumnos de cine, quienes grabaron las represiones que sucedían en la Ciudad de México y las acciones que elaboran los participantes del Movimiento Estudiantil. Sus nombres eran Francisco Gaytán, Leobardo López Arrteche (director de la cinta), Roberto Sánchez, Alfredo Joskowicz y Juan Mora. Abarcaron desde julio de 1968 hasta la inauguración de los XIX Juegos Olímpicos, 10 días después de la masacre de Tlatelolco.
El Grito está conformado por una serie de testimonios, secuencias de videos y fotos, teniendo 8 horas de material, en estas se nos muestran cómo los estudiantes entregaban los volantes del Consejo Nacional de Huelga entre la población, la propaganda en los camiones, las marchas que se daban y la persecución que sufrían por los policías y paramilitares.
Su exhibición comenzó 3 años después de su realización, en 1971, primero fue exhibido en diferentes instalaciones universitarias, siendo una de estas el Auditorio Che Guevara en la Facultad de Filosofía y Letras, después empezó a circular dentro de cineclubes en julio de ese mismo año. Pero fue hasta el 23 de junio de 1976 que se llevó a cabo su estreno oficial en el Salón Rojo de la Cineteca Nacional.
El director Leobardo López, a quién se le apodó el “CUEC”, no solo se dedicó a hacer el registro fílmico del Movimiento Estudiantil, sino que también participó activamente en él. En el libro de Elena Poniatwoska “La noche de Tlatelolco” se encuentra el testimonio de Raúl Álvarez hablando de él:
“Recuerdo que una vez, en una asamblea, pidió la palabra, y dijo: ¿Saben compañeros, saben cómo vamos a volver a las calles? Miren compañeros, yo sé cómo vamos a volver a las calles…. ¿Saben cómo vamos a contestar los golpes? Con flores, con amor y flores…. El 13 de septiembre estaremos de nuevo en la Reforma, con flores, compañeros; si nos reprimen les aventaremos flores, flores a los tanques. El pueblo nos espera en las ventanas de los edificios, entre los capacetes de los automóviles, el techo de los caminos y de las azoteas, y nosotros saldremos con algo nuevo. Si los soldados tienen fúsiles nosotros tenemos amor y muchas flores…”
El Cuec fue detenido filmando el 2 de octubre en Tlatelolco, meses después fue liberado, pero sus amigos dicen que no volvió hacer el mismo. El 24 de julio de 1970 se suicidó, sin saber que el documental “El Grito” se había logrado salvar de la persecución militar. Eso fue gracias a varios maestros que habían resguardado unas copias dentro de sus casas.
“Leobardo era alguien que estaba muy interesado en la situación social del país y en las cuestiones relacionadas con el medio ambiente. Luego de concluir El grito, diseñó su siguiente proyecto, pero a final de cuentas se suicidó en julio de 1970. Creo que la desesperación y la desolación que experimentó por la represión sufrida en carne propia y por la pérdida de sus compañeros fueron demasiado fuertes para él”, dijo Lara Rangel en una entrevista sobre el documental.
Desde Apalancado mandamos flores y mucho amor al CUEC y a todes quienes fueron lo suficientemente valientes para haber realizado el documental que ha trascendido de generación a generación. Su importancia no se debilita por el tiempo, sino que se fortalece, recordándonos la fuerza que tenemos los estudiantes.
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Rojo Amanecer:

Es una cinta del género documental ficticio que narra la masacre del 68 desde la perspectiva de una familia que vive en uno de los departamentos cerca de la Plaza de las Tres Culturas. En un inicio, la película enseña un desayuno familiar común, en el que hay un debate entre los hijos y sus pasas sobre el Movimiento Estudiantil, estos últimos teniendo una postura a favor del gobierno. Conforme va pasando el día, la familia se queda atrapada del rol de testigo al ver como la manifestación afuera de su casa termina en una matanza. A la par que esto sucede, la película nos enseña cómo el gobierno orquestó el ataque, cortando la luz y la línea telefónica que rodea la plaza, para poder aislar el suceso.
Antes de iniciar el rodaje, Jorge Fons, el director, buscó apoyó en Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes para producir la cinta, pero ambos se negaron, obligando al productor Valentín Trujillo poner dinero de su propio bolsillo para lograr finalizar la película. La cinta fue filmada a escondidas en un foro al sur de la CDMX, ya que no tenían los permisos adecuados para filmar debido a su trama, por ello llegaron a filmar varias veces en la madrugada. Al finalizar las grabaciones, el productor Héctor Bonilla llevó los rollos a los estudios Churubuscos, donde fueron revelados y editados a escondidas. Y por miedo a que se destruyera la cinta, el director y los productores decidieron enviar una copia a Cuba y otra a Estados Unidos.
“Había que hacerla a escondidas; prácticamente en la clandestinidad. Y ese sentimiento prevaleció mientras la hacíamos. Como era una película pobre, producida por nosotros, trabajábamos horarios larguísimos: desde que amanecía hasta la una o dos de la mañana, y cuando terminábamos, alguien salía previamente a revisar que no hubiera una patrulla o un auto sospechoso y teníamos que encaminar a las mujeres. Eso agregaba emoción a lo que hacíamos”, comentó Fons en una entrevista para el Universal.
La película sufrió varios obstáculos a la hora de su distribución, un ejemplo es cuando fue llevada a la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC) para su autorización, pero en su lugar recibió un atraso de 6 meses. Esto porque las autoridades no querían difundir una película que generará una mala imagen del ejército mexicano. Fue hasta que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, por la presión social y la intervención del entonces director de la SOGEM, José María Fernández Unsaín, autorizó la exhibición de la película con la condición de que quitaran 2 minutos 20 segundos de la película, en esas escenas se mencionaba o se mostraba la participación de soldados en la masacre. Se estrenó el 18 de octubre de 1990, un año después de que se finalizara el rodaje. Y fue hasta el 17 de octubre de 2019, 30 después de su exhibición, en la Sala Carlos Monsiváis del Centro Cultural Tijuana de la Secretaría de Cultura, donde Rojo Amanecer fue exhibida sin censura por primera vez.
Recomendamos esta película no solo por su gran trama, la cual hasta hoy en día sigue sorprendiendo por las actuaciones de un gran elenco y la agilidad del guión, sino que también por su elaboración. Con un presupuesto bajo y filmando desde la clandestinidad, cada integrante de este proyecto demostró una rebeldía y una fuerza de voluntad admirables.
Estas solo son dos cintas de muchas otras que han retratado esta fecha sumamente importante y dolorosa. La razón por la cual las escogimos es porque son una muestra de rebeldía única, estas personas decidieron emplear los instrumentos del arte no en búsqueda del dinero o de los premios (ambas cosas que el gobierno jamás les permitiría), sino como un acto político de memoria y difusión. Pusieron sus carreras, su futuro, incluso sus vidas en riesgo solo para realizar estas cintas con el único objetivo de que el Estado no se salga con la suya.
Esperamos que puedan verlas y nos dejen en los comentarios sus opiniones.
