4 de diciembre de 2023

Apalancado

Lo más coherente e incoherente del mundo

Impulsar “técnicas verdes” de reciclaje de baterías es un paso necesario para el desarrollo sostenible

Las baterías y pilas nos han brindado una vida de comodidad: controles remotos, juguetes, cepillos eléctricos, teléfonos móviles, vehículos ligeros entre otros. Hace mucho tiempo rebasaron la barrera de los relojes para extender su uso a disímiles campos de la vida cotidiana. La diferencia radica en que las baterías son recargables y las pilas carecen de esa cualidad, siendo fácilmente desechadas. El simple empleo de baterías recargables es un aporte a la disminución de los niveles de contaminación. En caso de que inevitablemente se tenga que usar pilas, es vital que estas sean desechadas correctamente. Por otro lado, la ciencia y la tecnología están trabajando en técnicas que permitirán reciclar completamente las baterías.

El poder de estos pequeños objetos, aparentemente inofensivos, es colosal. Una sola pila de botón puede contaminar una piscina olímpica. Las pilas tienen en su lista de componentes: mercurio, zinc, cadmio, níquel, plomo, manganeso, entre otros. Estos elementos son altamente tóxicos, por ello es importante que sean colocados correctamente en los depósitos adecuados. Esto evitará que se mezclen con la basura común y terminen contaminando más los suelos, las aguas y la atmósfera, al filtrarse su contenido o ser incineradas. Ante estos inconvenientes se ha invertido en el desarrollo de baterías sostenibles, con vistas a la producción de la siguiente generación de baterías de sodio y de litio -sobre lo cual hay información más detallada en *(insertar link de la nota de nueva generación de baterías recargables)-.

 “Comparado con trabajos previos, desde una nueva perspectiva, propusimos una nueva estrategia para convertir “basura (desechos)” en riqueza sin consumir las reservas naturales de litio” comentan los autores del artículo: “A green and sustainable strategy toward lithium resources recycling from spent batteries”, publicado en Science.org este mes de octubre. Reciclar las baterías de litio es todo un reto. Los métodos clásicos de reciclaje de este tipo de baterías comprenden el uso de la piro-metalurgia, hidro-metalurgia, bio-metalurgia y la extracción electro-química. De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) la tasa de reciclaje de baterías de litio gastadas en la Unión Europea es menor al 5% y menos del 1% del litio es reciclado. Ante estos datos, en su publicación destacan la necesidad de impulsar el desarrollo de técnicas verdes de recolección de litio para baterías usadas. 

Ellos reportan por primera vez una estrategia no destructiva de reciclaje de litio para baterías de ion de litio (LIB) gastadas, basada en el empleo de [bis(trifluorometil sulfon azanida) y poly ( (3-hexiltiopeno-2,5-dil)] denotado como LiTFSI+P3HT electrolito sólido de LLZTO modificado. Este sistema puede realizar un enriquecimiento de alta pureza de litio, en la forma de LiOH; con un costo aceptable y sin causar contaminación. Este proceso de reciclaje implica la producción de H2, utilizable en energías verdes para compensar parcialmente el costo energético de este proceso.Con su estrategia lograrían recuperar eficientemente el litio, sin afectar el reciclaje de otros metales, para ello emplearon un sistema cuyo componente clave es un tubo electrolítico de cerámica sólida con iones de litio (o litio ionizado). Con la implementación de su técnica pueden preservar la estructura del electrodo y además puede emplearse en el reciclaje de otros metales valiosos.

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