La cifras reales del trabajo infantil en México

Durante esta semana, el pasado 12 de junio, se celebró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, en este día se busca crear conciencia sobre la realidad en la que viven millones de niños al rededor del mundo que tiene que salir a trabajar; considerando que el trabajo infantil va en contra de sus derechos y en consecuencia disminuye el desarrollo integral de las infancias.
Para el año 2002, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) declaró el 12 de junio el Día Internacional contra el Trabajo Infantil con el objetivo de dar a conocer el problema que genera el trabajo infantil así como promover iniciativas para su tratamiento a través de la participación de los gobiernos, las empresas y la sociedad civil.
Niñas y niños menores de 15 años deben de trabajar, negando su derecho a la educación, la salud, y un buen desarrollo. A su vez están expuestos a las peores formas de trabajo infantil, como trabajo forzoso, la explotación sexual comercial, actividades ilícitas y conflictos armados.
Ante esto se han generado movimientos sociales que defienden el derecho al trabajo infantil así como diferenciarlo de la explotación laboral de las infancias. Cabe destacar que desde la década de 1970, niñas, niños y adolescentes se empezaron a organizar para luchar por mejores condiciones laborales en distintos países de América Latina y el Caribe.
En cuanto a las estadísticas, según INEGI en la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019 en México hay 3,269,395 niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años de edad que se encuentran trabajando; de los cuales 1,755,482 realizan ocupaciones no permitidas, el 39% que realizan este tipo de actividades son niñas y el 61% son niños.
Las cifras en cuanto a los ingresos que perciben son alarmantes, ya que de las niñas, niños y adolescentes que laboran en México, casi la mitad de ellos ganan hasta un salario mínimo, e incluso no reciben un ingreso.
Por otra parte, las niñas y niños que trabajan se dedican a actividades agrícolas, ganaderas, forestales, caza y pesca, en la minería, la construcción, la industria y en el comercio.
Como sociedad nos compete poder cuestionarnos y concientizar sobre lo que es necesario cambiar y erradicar para formar infancias libres y con un buen desarrollo a fin de que no se siga reproduciendo la explotación laboral infantil.