Se hace llamado internacional para apoyar a Mila de Perú

Mila es una niña de 11 años que vive en Iquitos, una ciudad puerto y con selva de Perú, y sus derechos están siendo violados. Ni los médicos ni el Estado están dispuestos a ayudarla a detener su embarazo no deseado, y ante esta injusticia el mundo entero tiene los ojos puestos en su país. Es por ello que se están buscando varias formas para ayudar a la menor.
Todo empieza desde que Mila lleva años siendo abusada sexualmente por su padrastro. Se estima que los abusos empezaron cuando ella tenía seis años, por lo que el bebé que espera es producto de la pareja de su mamá. La situación se dio a conocer cuando la menor tenía 13 semanas de embarazo, pero hasta el momento tiene 18 semanas de gestación y no se le ha brindado apoyo. Lamentablemente no es el primer caso, pues en el mes de junio, se presentó una situación muy similar: Camila, una menor de edad indígena. Ambas coinciden en que se les niega asesoramiento y apoyo médico.
Siendo que Mila es el segundo caso de violación a los Derechos Humanos en el país, instituciones como ONU Mujeres, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) están intentando intervenir, pero hasta el momento no han tenido éxito. La junta de médicos del Hospital Regional no considera que la vida de Mila esté en peligro, por lo que han puesto excusas para evitar el aborto terapéutico, es decir, un aborto inducido con uso de medicamentos cuando la madre corre peligro en cuanto a salud física o mental. Por supuesto que la vida de la menor corre peligro, pues a su corta edad tener un parto podría acabar con su vida, pero los médicos insisten en lo contrario.
Tampoco ayuda que el Estado haya dejado libre al padrastro de Mila, porque de hecho el Poder Judicial rechazó por completo la opción de prisión preventiva, incluso cuando el hombre ya tiene denuncias anteriores por parte de la mamá de Mila. La madre, que prefiere tener su identidad privada, declaró que ella misma ha sufrido violencias por parte de su pareja, y que la amenazó con hacerle daño, incluso matarla si denunciaba la situación, por lo que no podía ayudarse a sí misma ni a su hija. Fue en este momento que el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex) se hizo cargo de defender legalmente a la mamá.
Actualmente Mila está separada de su familia, separada de su mamá y su violador está libre. Es una situación terrible para la menor, tanto física como mentalmente.