La OMS considera que la IA tiene un gran potencial para atender la salud

Ginebra, Suiza. – El día de ayer, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó en un comunicado de prensa que la inteligencia artificial (IA) tiene un gran potencial en materia de salud. Sin embargo, también mencionó que su rápida implementación sin regulaciones y sin comprender de forma plena su funcionamiento podría causar más problemas que soluciones y podría terminar perjudicando a los pacientes.
Las aplicaciones de la inteligencia artificial en la atención sanitaria son sumamente prometedoras; no obstante, también traen consigo nuevos retos, sobre todo en materia de privacidad y la posibilidad de que se agraven problemas de salud que ya existen.
El organismo publicó un documento donde se detallan algunas consideraciones normativas sobre la IA aplicada a la salud con el fin de que las autoridades pertinentes puedan elaborar y adaptar regulaciones y orientaciones sobre sus usos. “Con la creciente disponibilidad de datos sanitarios y el rápido progreso de las técnicas analíticas –ya sean de aprendizaje automático, basadas en la lógica o en estadísticas–, las herramientas de IA podrían transformar el sector sanitario”, señaló el comunicado.
Por otro lado, la OMS también recalca que la inteligencia artificial podría ser sumamente útil a la hora de reforzar ensayos clínicos y mejorar el diagnóstico y tratamiento que proporcionan los médicos al complementar el conocimiento y competencias de los profesionales de la salud, además de que podría ayudar en la escasez de especialistas al realizar tareas como la interpretación de imágenes radiológicas y escáneres de retina.
La principal preocupación del organismo se debe a que la inteligencia artificial se está desplegando rápidamente, a menudo sin una comprensión completa de su funcionamiento y esto puede tener impactos negativos en los usuarios, incluyendo pacientes y profesionales de la salud, por lo cual la OMS subraya la importancia de contar con marcos legales sólidos para proteger la privacidad y la integridad de las personas, especialmente cuando se utilizan datos de salud, ya que estos sistemas pueden acceder a información sensible.